jueves, 20 de mayo de 2010

Felicidad

Y llega un día que entiendes que todo tiene explicación. Que las cosas siempre pasan por algo. Y te das cuenta de que tu musa ya no es la tristeza y descubres que has aprendido a escribir a la felicidad.

Con la desilusión mezclada en su saliva, y las manos oliéndole a perfume, notó que se le calentaba el alma.
Y empezó a sonar. Esa canción. Otra vez esa maldita canción. Esos acordes en el pecho, esas notas de mariposas revoloteando por su estómago otra vez. Y aún así, a pesar de todo, no podía odiarla.
Sí, le da miedo sentir algo equivocado. Y sí, tiene pavor a enamorarse de nuevo. Y no se había dado cuenta que momentos antes, algo había retumbado en sus oídos, un estruendo metálico había chocado contra el frío suelo. Una coraza. Indefensa. Así está ella. Pero no se cubre. Ya no más.

Y ahora le tiemblan las piernas. Y ya apenas hay fantasmas. Y ahora es feliz. FELICIDAD, con mayúsculas, eso siente. A tu lado. Y no deja de tararear tu nombre. Y cada día que pasa te siente más imprescindible, más necesario. Y sí, sin permiso le estás robando el alma. Y sí, cada noche haces tambalear más su mundo. Y sí, le encantan esos suspiros de tiempo.
Pero por favor, no dejes de hacerlo.
Y quizás sólo tenía que aprender que las mejores cosas suceden cuando menos las esperas...


"Y éste, éste es su momento, y no quiere que nadie se lo quite"

1 comentario:

  1. Pedazo, pedazito blog!!
    Es genial!!maravilloso, etc, etc, etc!

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aletearon