sábado, 1 de mayo de 2010

Incipiente ilusión

Y quizás sólo hay que entender que el destino llega cuando no se le llama. O que las casualidades existen. No lo sé, pero así llegaste tú a dar sentido a mi vida. De imprevisto, de forma inesperada.

Salamanca. Un martes. Determinación. Tarde de estudio. Descanso. Última hora de la tarde. Decisión. Ir de compras. Vestido y anillo. Cansancio para venir andando. Autobús de la línea 9. Un enano juguetón. Y tú. Me miras. Me doy cuenta. Sonrisas. Vuelves la cara. Te miro. Te das cuenta. Sonrisas. Parada. Misma parada. Nos volvemos. Cruce de miradas. Risas.

Un par de miradas. Nos bastaron un par de miradas...

¿Y tú? ¿Crees en el destino? ¿O en las casualidades?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

aletearon