martes, 17 de noviembre de 2009

Tic, tac, el tiempo pasa...

Un segundo, un minuto, una hora, un día, una semana, un mes...más tiempo. Mucho tiempo, demasiado tiempo.
Algunos rasguños, algunas mentiras, algunos golpes...
Tantas cicatrices, tantas arrugas, tanto dolor...
Demasiadas horas, demasiados momentos, demasiado amor...
Ciertas experiencias, ciertas caídas, ciertas crisis...
Determinados recuerdos, determinados sitios, determinado destino..

Gente, ¿quiénes son? ¿Mucha gente? Sí, muchos “YO” y muchos “TÚ”. ¿Qué por qué éramos muchos? Por que habíamos vivido un pasado juntos, un presente que construíamos con cada soplo de alma y por que ambos, o al menos yo, había soñado un futuro a tu lado. Tenía tantos planes, tantos folios escritos a media página, pero la pluma que robamos ¿te acuerdas?...Sí, ésa...ya no quiere mojarse en el tintero, ya no tienes dónde escribir, ya no tengo que leer, siempre ocupando páginas que deberíamos haber guardado bajo llave con ese candado. Y ahora sólo somos 2, un tú y un yo...

Pero ya no hay tiempo, ya el Sol se fue, ¿lo ves a lo lejos? ¿es ese ocaso? Corrí, siempre desesperada detrás de él para que no dejara de alumbrarme, para que al menos me diera de vez en cuando esa llama de vela que me hipnotizaba por dentro, pero decidió irse, decidió dar paso al invierno, al frío invierno, a ése que todo lo congela, a ése que nos heló el primer beso.

Hoy cae otra hoja de un calendario, pero ésta más especial que las otras, más dañina, más contaminada, más llena de vida, pero a la vez de muerte. No te vayas, no te mueras. Ya te has ido...
No, loco corazón que no dejas de engañarme. ¿Cuándo dejaré de mentirme?¿Cuándo aprenderé a ser fuerte, a no llorar? Aunque me mienta, sé que sigues ahí, latiendo débilmente porque te ahogo...Tonta, que no quieres darte cuenta de que sigue ahí, oculto, lejano, pero ahí. ¿Por qué si no estás conmigo no te vas?
¿Dónde estas? Por que asomo tímidamente la cabeza por la ventana y miro lejos, muy lejos para ver si te veo, miro al cielo y me encuentro con mi regalo, ése que me hiciste esa noche calurosa mientras estaba arropada por una lluvia de estrellas y siento que aún piensas en mí
¿Tu huella?¿Tu impronta? ¿Dónde está? ¿Dónde se mete? No sé ni para que pregunto, porque quiero hacerme daño, porque no quiero hacerte daño, porque no puedo quedarme con tales inquietudes.

Ahora no hay ya nada más que un par de gotas de lluvia ¿Pero si no ha llovido? Si hace mucho que no llueve, tal vez demasiado, demasiado tiempo sin llover, sin nevar, sin hacer frío, demasiado tiempo con sensaciones congeladas.
¿Sigue haciendo sol? No puedo ver, está todo demasiado oscuro. ¡Darme luz!

¿Un presentimiento? Que volveré a soñar con la misma inocencia que lo hice la primera vez aunque no sepa qué soñar, que lucharé por lo que mi rompecabezas me pida aunque no sepa muy bien qué quiere ahora, que sentiré con la misma pasión, con la misma entrega, aunque no sepa qué voy a sentir. Aunque no sepa qué me depara el destino...

¿Tiempo de pensar? No, es tiempo de empezar o de continuar. Algunos dicen que es tiempo de olvidar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

aletearon